lunes, 21 de octubre de 2013

Conociendo a María Josefa XI: Nace la Congregación

Un día del mes de Mayo, el padre Menni, fue a Madrid con María Josefa para suplicar al cardenal arzobispo Primado se dignase conceder la licencia canónica para que pudieran vestir santo hábito. No sólo dio su aprobación el arzobispo, sino que determinó que las primeras novicias sólo permanecieran en período de noviciado un año. La segunda quincena del mes de mayo la dedicó el Padre a unos Ejercicios Espirituales de reparación para la toma de hábito. Los ejercicios concluyeron el 31 de mayo, fiesta de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús. El Padre Menni les habló enfervorizado:
“Vuestra elección es todo un desposorio de amor…”.
Era el hábito de estameña negra. Constaba de una túnica talar, que abrochaba por delante; formaba tres tablas en derredor del cuerpo, y se ceñía a la cintura con una correa de cuero negro. Tenía mangas anchas con vuelta. Del cuello hasta la cintura traían una esclavina. Componían el tocado un gorro o cofia de percal blanco que les cubría la frente, y, por detrás, hasta la cerviz, y sobre él, una toca de lo mismo, con alas caídas más debajo de los hombros, y hasta la mitad de la espalda, y, en fin, un cuello de la misma tela, sobrepuesto al de la esclavina. Bien merece la pena respetar el ceñido lenguaje del cronista de la época. El Padre oyó en confesión general a todas. Bendijo los hábitos ante el cuadro de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, se retiraron para despojarse del vestido seglar y, vestidas con el hábito se presentaron de nuevo ante el Padre. Tras esto, fueron todos, gozosos, y con la emoción consentida, a la capilla de los Hermanos para participar en la Santa Misa y recibir la Sagrada Comunión. Luego fueron a la parroquia del pueblo, donde D. Cecilio, el párroco, les dijo otra Misa, concluida la cual, les invitó a desayunar.
El cardenal había impuesto al padre Menni el deber de dirigirlas espiritualmente y la redacción de las primeras Constituciones. Y, el 31 de mayo de 1881, quedó fijado, como el día de la fundación del Instituto de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Durante el año de noviciado, las enfermas dementes empezaron a llegar. No eran responsables de sus acciones, y el padre Menni insistía:
“Tratadlas como a niñas, pero respetadlas como a mujeres”.
Extractado de la obra “Luz en las sombras” de Miguel Angel Velasco

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